MAYO, MES DE ESQUILA

Rebaño de ovejas merinas extremeñas recien esquilado. Finca de Pilas, ganaderia de Fernándo Fernández.

Mayo es un mes muy importante para Añino Merina.

 

Después de un año de lluvias y buen pasto, las ovejas están cargadas de una lana  extraordinaria, consecuencia de la selección de su raza y de un buen manejo ganadero.

 

Junto a ellas, están los corderos  que llegaron con  la paridera. Muchos y sanos: cuando se hacen las cosas bien, la naturaleza siempre devuelve.

 

Y comienza la esquila, ordenada, responsable, rápida para evitar el stress de la oveja, pero cuidadosa para que no se produzcan heridas. La lana cae en cascada, haciendo gala de su magnífica calidad; se van llenando los vellones, ya listos para que Añino Merina los lleve al lavadero ecológico donde empieza un proceso de transformación sin petróleo ni derivados.

 

Las ovejas, liberadas de su carga, salen a disfrutar de los pastos de Pila.

 

Salen a pacer, y mientras lo hacen cuidan los suelos mejorando sus filtraciones y su biodiversidad. Esta joya de ganado en extensivo con su lana, nos ayuda a evitar los plásticos, intentando compensar este tremendo calentamiento global que asola la península ibérica.

 

Cada zapatilla de Añino Merina, es testimonio de todo este proceso.