MISMA FIBRA EXTRAORDINARIA, DISTINTO MARKETING: ¿LANA GOURMET?

Hoy en el Día Mundial de la Lana, Añino Merina se une a las reivindicaciones para poner en valor esta fibra única y privilegiada que se sigue arrinconando en las esquinas de los establos.

Le debemos a la lana de oveja merina que la España de la Edad Moderna cotizara en la Bolsa Europea por primera vez en la historia,  también  que la Corona Española hasta el S.XVIII obtuviera cantidades ingentes de vellones por su comercialización a toda Europa y que los pueblos del norte, provistos de pastos cuando en el sur y centro peninsular escaseaban, ingresaran dineros por el alquiler de sus puertos.

 No menos importante fue el  intercambio de tradiciones, usos e innovaciones en su época, recetas y nuevas semillas, conservación de alimentos, cultivos, cantares, manejo ganadero, manejo de la lana…Todo ello se iba divulgando, comunicando, se regalaba  y absorbía conocimiento al menos dos veces al año a través de los ejes de la trashumancia, eso sí que era una actitud slow.

A día de hoy, todo ello se valora, o más bien se venera como el pasado glorioso de la Mesta, trashumancia, tradiciones…, pero el precio de la lana no sube. Sigue habiendo dificultad para su venta y se queda  en los establos con el peligro de plagas que esto conlleva.

Continua la llegada de lana de fuera de unos rebaños que ni se crían en extensivo ni contribuyen a la mejora de suelos peninsulares, y por tanto   no ayudan a mantener o incluso aumentar la captación de CO2 de nuestros suelos con carga ganadera en extensivo, más bien al contrario, deja a su paso una estela de contaminación en su huella de carbono porque proceden de países muy lejanos.

Desde Añino Merina, trabajamos para darle uso y valor a la lana de oveja merina extremeña en extensivo, con guía directa al lavadero que nos lava la lana sin químicos y así nos lo certifica, con un hilado y tejido en un telar con políticas responsables y una producción final (de nuestro tejido sin petróleo junto con  materias orgánicas 100%), de nuestro calzado y complementos en una fábrica portuguesa donde la calidad y el bienestar de sus empleados, van por encima de todo.

¿No será el momento de valorar la trazabilidad en el discurso de la lana de merina tan en boga? Quizá sería oportuno distinguir en los etiquetados el origen de la fibra, distinguir entre qué lana está beneficiando nuestro sector primario y los suelos del país y qué lana viene desde muy lejos generando una tremenda huella de carbono además de un desconocimiento de las condiciones en las que se trabaja y viven los animales, también creemos que es el momento de conservar el tejido productivo responsable.

¿Es el momento de hacer nuestra Lana Gourmet por su calidad y origen?: por su calidad extraordinaria, la cercanía de lo local, la escasa huella de carbono, un impacto positivo medio ambiental, un relato tremendamente valioso porque es de total coincidencia con la realidad, una recopiladora de tradiciones orales no escritas, y un sinfín de circunstancias que hacen inexplicable que lanas, tejidos, hilos…tramas y urdimbres con esta fibra nuestra, no estén liderando el sector textil de la península ibérica.

¿Será cuestión de falta de inversión en  Influenncers? Pues quizá.